Nos encanta el nombre de este puesto del Mercado de Atarazanas: Abel y Leonor, podría ser fácilmente el nombre de  una ópera romántica. El puesto en sí es un poco menos romántico aunque muy agradable. En cierta forma se podría decir que tanto este puesto de frutas y verduras como el de sus vecinos, Paco e Isa, y el resto de los puestos cercanos tienen una selección muy similar entre ellos con precios igualmente parecidos, por lo tanto muy bajos por la competencia entre ellos. A veces tenemos la sensación de que todos estos propietarios vienen de una huerta común. Aunque este puesto nos gusta porque es sencillo, comodo, barato y muy autóctono.