En palabras de expertos en arquitectura neoarabe, «uno de los mercados más cautivadores y encantadores de Europa».

Aunque es un mercado sencillo y pequeño tiene una imponente arquitectura en sus fachadas que maravillan a los que las contemplan. Es el icono del barrio que lo alberga conociendose igualmente como el Mercado del Molinillo.

No son pocos los visitantes, tanto nativos como turistas, que acuden a sus instalaciones, según estudio de la UMA es el segundo en afluencia de público después del Mercado de Atarazanas. Igualmente, gracias a la presencia en las guias de turismo de la ciudad por estar declarado Bien de Interés Cultural, la afluencia de turistas se multiplica exponencialmente año tras año.

A pesar de su falta de mantenimiento por parte del ente municipal, el mercado mantiene una intensa actividad comercial ofreciendo a sus visitantes una gran variedad de productos como: pescados del día, carnes frescas, frutas y verduras de temporada, chacinas y quesos de diferentes D.O. así como especias y el tradicional pan cateto, sin olvidar el bar del mercado en el que ofrecen su tapa casera con la bebida.

La mayoría de los que regentan actualmente los puestos vienen heredando la misma actividad desde sus padres o abuelos dando al negocio en particular una pátina especial de tradición y arraigo de manera que se establezca una fidelidad en la clientela del barrio transmitiéndose de padres a hijos.

Desde sus inicios, allá por el año 1929, sigue siendo un mercado mayoritariamente pesquero ya que la mayoría de sus puestos se dedican a la venta de pescado y marisco de diferentes zonas pesqueras  ofreciendo igualmente marinados y salazones caseros elaborados por los mismos pescaderos.

El Mercado de Salamanca aparece en la pelicula Mando Perdido, pelicula del año 1966, con Anthony Quinn, Alain Delon y Claudia Cardinale. Pelicula ambientada en la Argelia colonial francesa. El mercado aparece como fondo en la escena de la marcha-protesta de los argelinos contra los colonos franceses.