Es una receta sencilla y facilísima de hacer que enamora en cuanto se prueba por primera vez. En la mayoría de los sitios donde se consume, no solo en Málaga, cometen el error de sobrecocinarlos.

Esta receta nos permite hacer un simil con el momento exacto de cambio de ruedas en una carrera de Formula 1. Una vez el plato está listo, la cocción se prolonga por la retención de temperaturas en la cazuela de barro y se debe consumir relativamente rápido de manera que obtengamos la perfecta textura de los langostinos. Por esta razón recomendamos encarecidamente langostinos de un calibre grande para que todas las piezas encajen perfectamente en cuestion de sabores y, por supuesto, de texturas.